Intenté buscar que era, en silencio fingiendo que todo estaba bien, pero algo no me dejaba tranquilo, esa mirada, perdida, como si estuvieras deseando con todas tus fuerzas estar en otro lugar, como si algo te obligara a estar aquí, estabas tan ausente que podría haberme ido y no lo hubieras notado.
Busque patéticamente e insistí demasiado en llamar tu atención pero después de un largo rato de ser prácticamente ignorado desistí, harto, triste y con mucha ansiedad me fui del comedor, te deje inmersa en tu tasa media vacía de café que tenías más de una hora jugando con ella.
Había mucha luz en el pasillo, cosa rara, ya que era un pasillo sin ventanas que iba hacia una habitación que habíamos convertido en un estudio también sin ventanas, confundido pasé por ahí para ver que sucedía.
Tirado entre el escritorio y mi silla me encontré mi cuerpo inerte, con la cara hacia abajo, no había rastros de alguna razón por la que hubiera muerto, simplemente así había sido, esta perspectiva de mi muerte tardó un poco en asentarse en mi cabeza, si mi cuerpo estaba allí, era completamente ilógico que estuviera viéndome de una perspectiva, confundido corrí de nuevo a dónde estabas, necesitaba que me explicaras lo que estaba sucediendo, mi mente se llenaba de ideas y pensamientos que se amontonaban y no resultaban en mas que una esfera que nublaba mis sentidos y no me dejaba llegar a nada claro.
Ahora lo veía todo mejor, no estabas ignorándome, no podías verme, no estabas jugando con tu café simplemente estabas buscando una manera de no tener que afrontar la realidad de nuevo, si no habías acabado tu café no podías irte de allí, sabías que había pasado, sabías que te encontrarías cuando pasaras por la galería que lleva al estudio.
Hoy un vacío en tu mirada me hizo comprender que sabías que era normal, que era mortal.
By. Le Kath
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