Hasta el final….
El tiempo ha despintado tu sonrisa que mantengo en el buró,
y el rutinario café de la mañana ha estropeado la única prueba que tengo de que
alguna vez existimos, la luna se ha encargado de ir colocando brillantes
cristales en las esquinas, y se ríe al ver como me cortan al acercarme a
tomarlos.
Montones de pensamientos anidando en invierno, esperando
llegar momentos que no volverán, la tortura de no poder seguir tu camino con
mis torpes pasos, y ver como se quebranta la voz al gritar tu nombre al ver que
ya no estás.
Ráfagas de ideas inspiradoras y profundas cruzan el espacio
de una mente colectiva a velocidades extraordinariamente altas, mi habilidad me
permite solo atrapar las más vagas, ínfimamente importantes, como un pescador
que tras una noche de lucha incansable atrapa
una vieja e insípida carpa con un arpón para matar ballenas.
Una realidad paralela que dibuja trazos con los sueños
perdidos, para no desperdiciar el carbón en que se han convertido aquellas
esperanzas que fueron consumidas antes de tiempo, se encarga de escribir un mapa para aquellos
anhelos que todavía no se han salido del camino.
Un mensaje a falta de papel enviado en estado inconveniente,
la mejor manera para echar a perder dos cosas: nuestro futuro, y mi dignidad, mostrándome
lo frágil que soy a tu ausencia, y lo agresivo que recibo el hecho de que
volarás lejos, incapaz de dominarme, ni de ver más allá.
Y todo por el maldito tiempo, que nadie tiene, que nadie se
toma para ver el cielo, que avanza y que no perdona, ¿Hace cuanto que no
soñamos despiertos? Es tan necesaria la
rutina en nuestros días? O es que estamos enseñando a los más pequeños a contar
en lugar de a vivir?
Detente tiempo.
By: Le Kath
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