Y se beberá vino y se leerá su obra, y los traicioneros enemigos robarán su legado, y dirán que fue escrito por ellos, pero los fieles sabrán que es obra de su maestro, y le procurarán la existencia eterna, hoy ha muerto el poeta, cansado de vestir de colores un amor insípido e inexistente.
Dejó la pluma para tomar una daga envenenada, esperando que se diera un momento de debilidad de su enemigo más íntimo, buscando tomar ventaja de cualquier manera, en una lucha en la que solo la única beneficiada es la muerte, una lucha contra su misma sombra, contra su pasado, contra las palabras de amor que dijo con el corazón abierto, y que fueron recibidas con indiferencias y engaños, hoy ha muerto el poeta para condenar ese sentimiento que de no haberse sacrificado, hubiera durado la eternidad, y hubiera sido la muerte más dolorosa y lenta que pudo haber tenido el poeta.
Se tuvo piedad de sí mismo, y decidió tener un final decoroso, cual los grandes, perpetuando a sí mismo a sus sentimientos traidores, que le cambiaban el rostro, que le dibujaban una sonrisa que nada podía destruir, pero de qué sirve sonreír, si se vive de falsas esperanzas, y de una ilusión que solo vive en el lóbulo occipital, de una ilusión que nunca podría sentir de nuevo un beso, cadena para volar a otros cielos tomada voluntariamente, pero que no te permite ser libre viviendo en ella.
Y cayó su última nota, su guitarra quedó en silencio, su voz se fue a recitar un réquiem para el mismo, y su sombra se fundió con su cuerpo, al caer inerte en el piso con los ojos entreabiertos, escapándose la luz de ellos antes del último concierto, ¿Qué pensarán los que lo esperan?, ¿entenderán acaso que era demasiada la agonía que sentía por aquel amor no correspondido?¿Le concederán un minuto de silencio? O lo despedirán entre aplausos, por el silencio que ha provocado en muchos corazones.
By: Le Kath
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