Acércate, para poder contarte mi verdadera faz, para volver a encontrarte frente al espejo tocando tu violín, para encontrar tu luz y perderme en un momento que al pasar deja de serlo, para devolverte el abrazo que no fue correspondido en medio de la noche.
De cosas pendientes que hay en ambos se viste el cielo, de nubes que quizá por tan maravillosas deciden permanecer en silencio, como una hermosa gema perdida hace diez mil años entre la maleza de una tupida selva. Bienvenida a ella!
Una historia perdida en la espuma de un café a la naranja y una ligera lluvia sobre nosotros, esperando que el tiempo corra lento en mi más sublime fantasía, descubriendo tu clave de sol y tu collar en forma de cruz, perdida en plumas negras y yo en el color de tus sueños.
Sentados al borde del lago vacío, viendo a los traidores comportarse como niños, hasta que el portón del cielo se cierre por la noche y se vuelva polvo el ir y venir de tus pisadas en el mástil de aire, y tus leves tarareos de canciones tan propias que no las tocan los rayos de sol.
La hermana luna asciende por un costado de tu risa y me avisa que es momento de volver, volver a mi propia historia y entre cerrar esa ligera comedia romántica que quisiera vivir contigo, vuelvo a mi propia obscuridad donde solo yo sé que acordes y empuño en mi guitarra.
Es momento de dejar de escribir, de volver debajo del árbol, de esperarte, de soñarte, y de dejar que el tiempo traiga de nuevo el calor del invierno, un nuevo comienzo se asoma a lo lejos y el resonar de un tambor anunciando de nuevo que hay que volver a sus puestos de batalla, desde la trinchera pienso en ti, y aunque es verdad que de mi vida pende un hilo, al menos ahora tengo algo que vale la pena al regresar.
Algo con que soñar. Gracias.
By: Le Kath
Sueña, es gratis...
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