Caras sonrientes que ignoran estar muertas, muestran sus afilados y amarillentos dientes en una noche de copas, se ríen con sorna de los que no vestimos de perlas, pensando que esa es la felicidad misma, pasean en su plateada barca a lo largo de lágrimas negras y empuñan dagas doradas para destruirse entre ellos y poseer más riquezas.
Velas azules se extienden a lo largo del camino empedrado que llega a la estancia, con una macabra llama blanca aluzan el camino del que no deben se salir, ya que lo que lo rodea esta asechado por peligrosas sombras, la gente camina hacia la puerta con una fe ciega y adormecida voluntad, caminan hacia la boca de un lobo hambriento de carne y dolor.
Alaridos que no se saben de éxtasis o agonía, pero que sugieren dolor, inundan los pasillos escasamente alumbrados, personas que no son humanas y solo sombras pasean entre excesos y mentiras, deseos serán cumplidos, venganzas se llevarán a cabo, todo gira alrededor de la voluntad del tiempo.
Espuma de champaña y rabia se esparce por el lugar, colmillos ensangrentados lavan el pecado en alcohol y luego se disponen a esperar una nueva presa, la noche transcurre lenta y acariciante de la mano del asesino, todos buscan refugio, pero en el cuartel buscan agredir también, hipocresía es la bandera, y hay flores marchitas que no quieren ceder su lugar.
Las sombras desaparecen al amanecer, la sangre derramada se ha esfumado con el rocío de la mañana, las velas han sido apagadas, ahora son macetones con gardenias, en la estancia parecería que no ha pasado nada, se puede ver un cielo azul que inclusive genera paz, los monstruosos seres se han ido, se refugian en el sótano hasta que el sol se ponga, han saciado por hoy su sed de mal, pero su glotonería es su perdición y su agonía.
Invitaciones carmesí llegan a todas las bellas damas de la corte, similares esmeraldas a los caballeros con renombre, han sido invitados al banquete, han sido invitados a la velada, asistirán a sonreír en el baile de la muerte, asistirán a ver como los devoran.
By: Le Kath
1 comentarios:
Varias cosas pasan por mi mente al leerte, todo tan claro y nítido. Esta ocasión me haces recordar y pensar en una fiesta de disfraces…todos bailando y bajo la mirada crítica de todos los que te todos los rodean. Muchas personas son materialistas y tristemente se traicionan a sí mismos. ¿Has escuchado la historia del hipócrita sincero? Por querer “encajar” y se pierde así mismo al ser partícipe de esa horrible fiesta de disfraces.
Saludos , cuídate muchhooo! n.n
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