Ambos ahora teníamos poco tiempo para ponernos a divagar, bueno, poco comprendiendo que antes pasábamos todo el día en esta actividad… ahora había otras preocupaciones para él, la renta, el trabajo, cosas que yo veía más entretenidamente como pasatiempos, o retos a superar, cosa que me mantenía cuerdo y con la atención en donde debía estar (olvidé mencionar que soy sumamente fácil distrayéndome).
Y dentro de la plática y después de muchas risas recordando los viejos tiempos dijo una frase que calló en mí con una estrepitosa fuerza y q a la vez de disgustarme y compadecerme de esa frase por lo ridícula de su existencia, me dejo un par de minutos en silencio al no dar crédito de ella.
“No pierdas el tiempo en insignificancias”, tarde un poco en asimilarla, y aún después le pedí que me explicara ya que no le daba crédito a lo que me daba entender con esa frase, desgraciadamente no me había equivocado, “No pierdas el tiempo viviendo una realidad que no existe, soñando que puedes hacer cosas que no vas a hacer, da lo mismo de qué modo se haga si el resultado es el mismo y si se hace rápido o dos veces es mejor a si se detiene a ver, es más importante la cantidad y la calidad ante todo, hay que vivir a la defensiva, no puedes ir por ahí deteniéndote a ver el amanecer, ya para entonces debes de estar laborando y ya cuando acaba el día no tuviste tiempo para el atardecer, tu pierdes tiempo, tiempo que podrías estar invirtiendo para generar bienes, que después te servirán cuando no puedas trabajar.”
Sin alarmarme ni darme por aludido simplemente le contesté: “ Hay mil maneras de vivir la vida, pero yo he escogido la que me parece mejor para mí, tal vez si te detuvieras un tiempo, si no vivieras corriendo por cada vez satisfacer a un monstruo insaciable que te han impuesto, si te detuvieras a ver como un niño está perdido en su mundo de fantasía cuando sube unas escaleras eléctricas por primera vez, cuando puedas ver la felicidad de un perro que se reencuentra con su amo después de un día de no verlo, cuando sepas valorar un atardecer por su propia belleza porque es único e irrepetible, ya que las nubes cambian y no volverán a posar en ese mismo instante, cuando aprendas a ver la majestuosidad de una flor que HOY es su debut en la pasarela del jardín y que estará joven y bella solo un momento, cuando comprendas la paz que genera ver la inmensidad del mar y quedarse quieto para poderse sentir absorbido por ella, cuando aprendas esas “insignificancias” podrás ser igual, o aún más feliz de lo que soy yo.”
“Es inútil hablar contigo, nunca maduraras, el mundo no es así y espero que aprendas a tiempo a diferenciar lo que existe y lo que no” Respondió molesto y se dedico a acabarse el café que aún tenía en la mano, yo sonreí y lo imité, él sabía que tenía la razón yo…
By: Le Kath
Es triste ver como una persona va dejando sus ideales y sus maneras de disfrutar la vida y las va sustituyendo con estilos de vida predeterminados por la sociedad consumista que nos gobierna a todos este momento, gracias Malabie Baterney porque fue una publicación de tu blog la que me dió la palabra clave para este escrito... aunque creo que la usamos de distinta manera. Un saludo
http://malabie.blogspot.com/2010/11/insignificancias.html <-- Muy buen blog deberías de escribir más amenudo amigo mío...
3 comentarios:
Pequeños detalles...lo importante es saber distinguirlos. Tú sonríe.. y deja que entre sus problemas y las preocupaciones, el resto del mundo se pregunte el por que
Saludos. n.n
Si amigo, de muy diferente manera usamos la frase. Bien que te sirvió la frase, un saludo.
Dejad que los problemas se queden en el mundo y que el mundo sea el que los resuelva, todo es parte de un mundo imaginario es lo mismo si eres feliz o eres triste el destino traza la senda pero nosotros lo decoramos con nuestras emociones, gracias sakuya :D
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