jueves, 15 de septiembre de 2011

Los mariachis

Hoy es 15 y en la noche hay que ir a dar el grito, ¿Cuánto tiempo hace que no me ponía el traje de mariachi? Siento el orgullo al desempolvar las galas y al desenrollar el cinto piteado que aguardaba ansiosamente este momento, cual víbora de cascabel enroscada esperando a su presa, lustro las botas , me fajo la blanca camisa, abrocho el saco y tomo mi guitarra para salir que hoy hay tocada y fiesta para el mariachi de traje añil.


A lado mío con la falta puesta con sus galas doradas y acomodándose el moño del mismo tono, la persona que me hace seguir de pie ante la tormenta, mi mujer amada, la estrella más brillante del firmamento de mi vida, nota mi mirada y me contesta con una sonrisa coqueta, se sienta y afina su violín, y me dice que me apure o se nos hará tarde.

Por voto de la mayoría, seré el encargado de llevar a todos, he de pasar por los músicos excéntricos y de diferentes calañas, que el día de hoy se visten de charros y le dedican su alma a través de la música y de las cuerdas y trompetas, subo mis cosas a la camioneta y procuro el camino hacia la casa más cercana, la de mi compadre Jorge que como nadie toca el guitarrón.

Ya en el escenario a lado de mi prenda amada, es un nostálgico y bello orgullo ver a los que conforman la banda, esta mi compadre Jorge, y su hermana en la vihuela, mi hermano en el acordeón y la pequeña Liliana.

El trompetista es Javier, aunque no es de mi agrado, pues el tener a mi lado al enemigo puede ser señal de altercados, pero hoy no hay problemas, porque todos somos hermanos, con la música en las venas y la pasión en las manos, hoy hermanos míos todos somos mexicanos, no importa si somos blancos, morenos, amarillos, rojos o pardos.

En pleno escenario se escucha el resonar de México, ý es una emoción tan grande que no pudiera compararla con nada, ver a mis colegas mariachis entonarse en la cantada, y por un momento olvidar todo problema, mi hermano, mi amigo mi hermana y mi amada todos siguiendo el ritmo de una canción veracruzana.

Y cuando tocamos Jalisco, el vitoreo aumenta, beneficiando a los negocios otro tequila se agrega a la cuenta, pero nada se compara, cuando tocamos cielito lindo, allí es cuando todos cantan y se toman de la mano, sin importar los alaridos todos se llaman “hermano”.

Ya todos a bordo, y entre risas y gritos, se dirige el mariachi a finalizar el recorrido, tal vez no seamos los más lujosos ni los que tenemos más canciones, pero no hay quien cante más fuerte, dando el grito…“Viva México…Cantores”

By: Le Kath
 


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Old House

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