domingo, 1 de agosto de 2010

Despedida del Lieutenant


Desatada hace ya un mes empezó la más impar y cruel guerra de todas, caballeros de fuego atacan sin misericordia a una asustada y quebradiza sociedad de paja, los señores de la guerra se alimentan del llanto cada vez más común que anuncia la llegada de la ola de muerte, pocos valientes salen a recibir de frente su final, con el corazón frío, pero sabiendo en su mente que enfrentarse es un suicidio, y con la esperanza de tan solo aplazar la caída del arca dorada que es su única esperanza para subsistir.
Deciden entregarse al fuego destructor que deja solo el sonido y el olor de la muerte a su paso.
Sirenas resonantes anuncian dos cosas, a los incapacitados y a los cobardes, anuncia la búsqueda de un refugio ante el ataque que no perdona a nadie, y para los que tienen alguna esperanza, o ya no encuentran motivo alguno para seguir viviendo, les ordena asumir sus puestos de combate en una guerra tan sangrienta  y tan predecible lo único que le queda a los casi dominados habitantes de la zona es rezar por un milagro.
El ángel de la muerte visita a todos por igual, en esta guerra vil y sucia, ya no hay clases sociales y todos tienen la misma inexistente oportunidad de sobrevivir, estos malditos seres no tienen piedad,  he visto a morir pequeños infantes que ni siquiera tienen razón, y muchos otros que no comprendían lo que estaba pasando, he visto a los mensajeros de destrucción arrebatarle la vida a seres indefensos, ajenos a toda culpa, con solo el fin de sembrar terror.
Escribo estas palabras con un nudo en la garganta, para ver si despierto en ustedes compatriotas míos, el coraje que se necesita para enfrentar este indestructible ejercito, y digo con un nudo en la garganta porque yo mismo he levantado los inertes cuerpos de mis amigos cada uno caído a manos de estos imperdonables e inhumanos seres, se que será en cuestión de horas para que lleguen a donde se encuentra lo que quedamos de la flotilla, y prácticamente nos hemos quedado sin armas y abastos, aunque intentamos ser optimistas, creo que todos sabemos que nuestro fin esta a la vuelta de la esquina.
Me despido de ti o patria mía luchare hasta el final porque las siguientes generaciones puedan vivir en paz, entregare mi cuerpo para que sobre el crezca un altar que conmemore lo ruin que son las guerras y que alrededor de ella crezcan lirios que representen la paz de otros tiempos.

“Que la poca gloria que sobre de la guerra sea suficiente para que nuestros caídos sean conmemorados por sus valientes pero atroces  actos.”
Lieutenant Le Kath


1 comentarios:

Jesus Yair Garcia Reyes dijo...

Simplemente iba a acabarse el primero de agosto y no quice que pasara sin subir algo jeje

Old House

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By Le Kath