domingo, 23 de mayo de 2010

Carta de una noche de verano, en honor a ese sueño

Tu bailabas y yo tocaba la guitarra, ¡vaya dúo para una noche flamenca que nunca llegaría!, como extraño aquella noche de verano en la que pudimos soñar, aquella noche resumida en un abrazo, ya que cada quien tendría un destino diferente para cruzar, como recuerdo la ausencia del calor de los reflectores de los cuales un día fuimos centro, también llega a mí esa esfera de ruido de los que estaban del otro lado del telón, sin embargo para mi esos sonidos eran ajenos, me centre en nosotros, todo lo demás era paisaje, personajes de utilería que se movían sin tiempo ni forma, solo sombras que adornaban el ambiente de un silencio entre los dos, me centre tanto porque quizá supe que era la despedida, porque quizá algo de mi sabía que esto era único e irrepetible que jamás podría otra vez soñar a tu lado, esa noche marco nuestra máxima unión y el comienzo de nuestra partida.

Pasaron los días, los meses, los años, siempre esperando revivir ese sueño, poder encontrar la salida con alguien que pueda acompañar mis revoloteos a ritmo de un tango bohemio, pero no he encontrado alguien con quien pueda surcar un camino nuevo, y te lo juro que lo he buscado, incluso me atrevo a decir que intente olvidarte, pero tus pasos son más fuertes con el paso del tiempo, tu voz resuena en cada nota que he tocado desde el día en que te conocí.

Le Kath


Gracias a todos los que hicieron posible ese sueño de verano hace dos años, sin ustedes no hubiera podido ser posible

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Old House

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By Le Kath