Me volví a encontrar contigo, una historia paralela a lo que he estado viviendo este último año, a decir verdad, ya no me acordaba de ti, fue algo extraño volver a verte, y aún más notar esa extraña sensación de incomodidad al ver que estas con alguien, cosa que absolutamente me tiene sin cuidado, pero fue una reacción de ambos, vi como tu sonrisa se desvaneció al verme, obviamente tampoco te acordaste de mí hasta ese momento incómodo y esporádico que vivimos los dos.
Te conocí cuando más enamorado estaba de alguien más y a pesar de la gran química que hubo entre nosotros decidí nunca hacer nada, estaba tan seguro de aquel castillo de arena que construía noche y día que decidí no estorbar en tu vida, ahora me da risa pensar que hubiera pasado, quizá hubiera vivido algo más duradero, pero es algo que no sabré.
En cuanto a ti ni recuerdo tu nombre, pero recuerdo la manera en que te conocí, fue a mi parecer graciosa y me dispuse a recordarla: Fuimos compañeros por un periodo y jamás te había visto, fue en una asignatura que yo ya volvía a cursar y de la cual en ese entonces aún no tenía noción alguna, siempre has sido intelectual, o bueno, al menos siempre te he creído así, y apurada por haber faltado a la clase anterior me pediste mis apuntes, yo distraído y sin esperar que ese día me dirigieras la palabra titubeé y tire mis cosas hacía adelante desparramando mis útiles, fue cuando pude advertir que estaba completamente sonrojado, cosa que aumentó al ver que te reías de mí.
Haciendo malabares intenté disimular mi fallo, y después de propinarme un golpe en la nuca conseguí incorporarme de nuevo, apenas podías contener tu risa, y tus gestos a decir verdad me parecieron tiernamente atractivos, tu apuro por los apuntes siguió ya que como no me atraía a asignatura no tenía nada apuntado.
Me siento extrañamente celoso de ti, te veo, y en verdad no recuerdo como te llamas, pero hay algo que no me deja de hacerme sentir incómodo, no sé qué es, y sé que es completamente incomprensible, ya que sé que yo fui el que lo decidió así, quizá sea simplemente el sentimiento de no saber que hubiera pasado, y me da gusto que estés bien y que hayas encontrado a alguien.
No hay caminos hechos y decidimos nosotros por donde nos habremos de dejar llevar, el tuyo se alejó del mío pero me da gustó de volverte a encontrar, quizá algún día sea yo el que los apuntes de tu cuaderno quiera copiar. Te veo alejarte entre risas y secretos pero puedo percibir como antes de tomar la puerta con tu mano, un último vistazo de reojo llegas a echar. Adiós extraña sin nombre quizá en otra ocasión mis cuadernos vuelva a tumbar.
By: Le Kath
Hay amores efímeros, incomprensibles y extrañamente poderosos, es cosa de saber apreciar lo que el viento se lleva con facilidad. LK